Smartphones, discoteca y Grindr… La imperfecta combinación de un sábado por la noche.

"... no, no busco sexo al paso."
" -- Choche toy toneando... no queres venir..."

Después de mucho tiempo que salgo a las calles para hacer una incursión nocturna. Y hoy tengo la suerte de estar en Lola bar. Es la 1:07a y el local recién se encuentra llenándose de gente, la mayoría yuppies, poseros y cuanto tío disque discreto y caleta que asiste a este local.

La barra cada vez se pone más activa en cuanto a la preparación de brebajes, pociones y mezclas con alto contenido alcohólico y con efectos totalmente impredecibles. 

La música a cargo del DJ de la casa nos deleita a los presentes con exóticas melodías a ritmo de Rihanna, Britney, Beyoncé, Lady Gaga, y muchas otras divas del planeta. 

[Escuchando Scream & Shout - Will I. Am feat. Britney Spears]

Hace un rato aparecieron las Androginas, majestuosas muñecas danzando a ritmo de ole ole y nosequemichi más, y una de ellas con un trasero que fácil me hubiese gustado apretujar.

Bueno eso es en resumen lo que está pasando en este momento. Sin embargo hay algo curioso que estuve observando en los presentes: como la tecnología va progresando, también la manera de estar conectados. Y no he podido dejar de notar que algunos entran a Grindr para ver, curiosear y de repente jalar gente para encontrarse. Más notable es la cantidad de perfiles que muestran a chicos dulces, algunos atractivos, de mirada tierna e inocente (por donde lo de inocente), mostrando sus atributos (biceps, pectorales, muslos y entrepiernas) pero ninguno "feo", buscando 'similares'.

Me pregunto si esta es la nueva tendencia de conocer gente, de establecer un contacto más directo o la de encontrar ‘choques y fugas’ instantáneas.

En un intento, yo todo zanahoria y lorna, le hago el saludo habitual a un usuario “Hola”. Según su perfil se encontraba a unos escasos 10 metros de donde me encontraba. Su respuesta fue “Hola”. Y luego “opc”.

“Wow”, me dije a mi mismo, “este chico no quiere perder el tiempo”. Mi respuesta fue “No me esperaba este tipo de respuesta. Sorry man, Next”. Y de ahí jamás volvió a escribir.

Luego de un rato, tanto la sala latina como la sala electrónica estaban ya llenas de gente. Todos pasando por un buen rato, mucha joda y juerga. Todos extasiados por los brebajes mágicos que ayudan a desinhibir los deseos y placeres ocultos del ser humano, para sacarse la máscara y ser ellos mismos dentro de un antro cerrado sin ventanas, lejos de la prole intolerante. Donde cada uno puede besarse, que sientan el momento (porque para que realmente haya amor del verdadero no es hacer “el show” en la pista de baile) y disfrutarlo segundo a segundo como si el tiempo se detuviese.

Me quedé un rato mas observando toda la “flora y fauna” de nuestro ambiente movido pero no mezclado gay, donde abundaban desde niños en el patio de juegos hasta cazadores en busca de pre$as acaudaladas de gordas billeteras y tarjetas de crédito de oro/platino que los saquen de su temporal miseria. Algunos aun asomando sus inocentes cabecitas fuera del closet para ver si es que todo está bien fuera o simplemente se quedaban dentro, a esperar si viene alguien a sacarlos o a que les hagan compañía.

Que la noche os sea propicia.