Flyer Las Noches de La Gorda |
Es un viernes por la noche, viernes de verano, fresco y sin mucho frío. La gente alistándose con los previos ya que el ansiado fin de semana está cargado de sorpresas y mucha diversión. Yo llego temprano al local que antiguamente fue el "Macarena Bar", donde se llevan a cabo ahora las llamadas "Noches de la Gorda", eventos temáticos para todos los gustos y colores. Entrando, el recinto estaba casi vacío; algunas personas también habían llegado y esperando al resto de sus amigos. Afuera, muchos estaban llamado a su mancha para poder aprovechar la oferta del 2x1... antes de las 10 de la noche.
La hora pasó rápido; yo navegando en mi humilde iPhone 3G, respondiendo mensajes y viendo que me escribían. Mientras hacía eso, la gente ya empezaba a llegar de a chorros... uno, dos, cuatro, ocho... y sin sentir la hora ya estaban entrando como manada estacionándose sobre la barra a recargar combusti... er digo alcohol. Yo como siempre, sentado y mirando a la distancia a todos los cueritos que entraban, algunos guapos, sin cerebro y otros no tan guapos, pero más inteligentes que los guapos. Y yo como todo un lornasa (que no se me quita desde 5° de secundaria) mirando y esperando que Cupido me clavará una de sus flechas para poder enamorarme del primer idiota que se me cruzase y no terminar en la cama (si no es en la mía en la del incauto).
Mientras esperaba que pasara algo interesante, un amigo me pasa la voz. Al fin me dije a mi mismo, ¡una cara conocida!. Me saludó con un fuerte abrazo y me presentó a su amigo (bien simpático dicho sea de paso) y por coincidencia, se llama igual que yo. Estuvimos conversando durante un rato, cuando se aparecieron más amigos, el bar ya estaba más cargado de gente, y fue cuando en eso vi que otro chico llevaba el mismo polo que yo, pero de diferente color. Yo tenía uno de los polos de OneHundredPercent con la letra G, polo color gris, y él, un chico no tan chico (estará en sus 30's), pelo cortito castaño claro, ojos claros, medio barboncito pero con una actitud que era para cachetearlo. Él vestía Jeans y un polo, también de OneHundredPercent, con la letra G y el polo de color rojo. Obviamente él notó que llevaba puesto el polo con el mismo diseño, sin embargo, su lenguaje corporal empezó a notar cierta "incomodidad".
Él vestía este polo |
Yo vestía este polo |
Lo que me molestó en un principio no fue el hecho que llevara un polo, diferente en color pero igual en el diseño, sino la manera como una persona expresa su malestar simplemente con su lenguaje corporal. Cada quien quiere sobresalir sobre una comunidad que, al rápido pase del tiempo, está creciendo cada vez más, se está volviendo más tolerante y a la vez, quiere ser único en su género: en su forma de ser, vestir, conducirse, entre otros aspectos. Si hice el cambio, si, lo admito: fue porque no me gustó que él se sienta incómodo porque él quería ser el único que llevase un polo de la mencionada marca. En cierta manera, los polos fueron diseñados para un determinado público (Gay obviamente) y demostrar su orgullo al cien por ciento (quién lo habría pensado, polos con mensaje incluido - muy buena estrategia marketera). Es por eso que yo lo llevo puesto, por un lado porque es una prenda que lo considero exclusiva pero a la vez que demuestra mi orgullo de ser quien soy, de tener identidad y de no fabricar una pose ni pretender ser alguien quien no soy. De eso se trata llevar una prenda OneHundredPercent, y cualquier otra prenda que contenga un mensaje muy claro.
Pueda ser que te haya pasado lo mismo y que hayan habido otras reacciones, de repente favorables, tomadas de manera deportiva o quizás hay sucedido lo contrario (como irse del lugar por sentirse incómodo por no ser el chico popular con la prenda de moda). En realidad, pudo haberme pasado, sin embargo, no sucedió por un solo motivo: no dejé que un tonto prejuicio hiciera que cambie de parecer. Seguí siendo yo mismo, disfruté de la noche y regresé a casa... sin gloria ni victoria.
Moraleja: Siempre lleva una prenda "por si acaso" alguien lleve un atuendo igual o similar al tuyo. Pero no te sientas incómodo; al contrario, lleva con orgullo lo que tienes puesto y piensa que la otra persona se siente también orgullosa. Pero si su lenguaje corporal dice lo contrario, depende de ti si deseas hacer un cambio de atuendo o no, ya es tu decisión.
Un agradecimiento a OneHundredPercent por ser la marca que con orgullo nos autentica como "salidos del closet".
Yo no hubiera cambiado nada... Al contrario, lo más probable es que ni me percate de su incomodidad ni de su lenguaje corporal porque yo iría a bailar y a pasarla bien, lejos de fijarme en las posturas de los demás. Un abrazo...
ResponderEliminarTengo la suerte que hastga ahora no me he cruzado con alguien que tiene la misma ropa que yo !!!!
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